El crucero es un monumento religioso constituido por una cruz generalmente de piedra (en menor medida, los hay construidos en madera) sobre un pilar, situado en un lugar público, principalmente encrucijadas (cruces de caminos) o lugares elevados, de manera que el caminante no se pudiera perder. Ocasionalmente también estaban en los atrios de las iglesias o podían formar parte de un Vía Crucis.
Se trata de uno de los monumentos más característicos de Galicia (donde se denominan cruceiros,), aunque también se puede encontrar en otros puntos de la Cornisa Cantábrica o en Castilla y León y como no a lo largo del camino. También existen en otras partes de España, con diversas características y nombres, por ejemplo, cruz de término, cruz cubierta, y otros.
Testigos de un pasado en la mayoría de los casos, la expresión simplificada del crucero es la cruz de piedra, sola, sin nada más. Pero en esto como en todo en la variación está el gusto, los hay de todo tipo y hechura y para todos los gustos.
La evolución tomada por el camino y su importancia además ha hecho en algunos casos que se hagan cruceros a modo de monumento, que si bien ya no marcan el camino ni las encrucijadas llenas de viveza cultural el mismo.
Como en anteriores entradas traemos solamente unos cuantos de los que a lo largo del camino hemos visto, aquellos que de una manera especial nos han gustado o nos han marcado o que recordaremos por alguna circunstancia puntal importante para nosotros.
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