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martes, 26 de diciembre de 2017

Décimosexta etapa.Carrión de los Condes- Sahagún


Etapa en la que se atraviesa, según dicen, el tramo más largo del camino francés sin pueblos intermedios, 17 Km. Como entenderéis los que leáis, las rectas se hacen interminables, seguimos en la estepa. Pistas de tierra fina, que en caso de lluvia se encharcan con facilidad.
La tarde anterior en Carrión de los Condes, nos acercamos a visitar el Monasterio de San Zoilo (antigua hospedería pero hoy reconvertido en centro de interpretación y en un hotel caro, caro, caro), así como el puente que a la mañana siguiente pasaremos casi de noche. En esta etapa dejaremos la Provincia de Palencia para adentrarnos en la de León.
A poco más de un kilómetro de llegar a Sahagún y viendo la ciudad ya al fondo, el camino parece desviarse y pueden aparecer dudas, pero está claro si seguimos las indicaciones, el camino se desvía hacia la ermita de la Virgen del Puente en donde los sahagunenses han colocado la leyenda de que estamos en la mitad del Camino y han hecho una zona de descanso con un monumento con referencia a ello. Un pequeño rodeo, que nos hará disfrutar de la tranquilidad que ofrece la zona de la ermita y que nos situará frente a una pista que conduce directamente a la villa de Sahagún.


La entrada a la ciudad no es especialmente atractiva, pero a nosotros nos gustó ya que se llega por la estación de tren, y esto de las estaciones y los trenes es otra de nuestras aficiones y gustos, sobre todo si son todavía como esta, que conservan el sabor de antaño y están llenas de vida, no como las actuales asépticas, modernas y vacías de personalidad de las nuevas estaciones del AVE, lo malo es el puente que hay para atravesar al otro lado de las vías, cuando ya estas llegando que te pongan un puente de esos que sube hasta arriba para salvar la vías, con desniveles exagerados, ¡ufff!.
Etapa en la que si nos llovió, al principio piensas que si te llueve será un engorro, pero al final a no ser que sea un aguacero de los fuertes (como el que nos calló en las primeras etapas en Zubiri) la lluvia no incide en tu andar, y así como en la ciudad la lluvia puede ser muy molesta para andar por la calle, aquí, se descubre que hace parte de tu camino de una manera tan natural como lo hace en el propio medio ambiente. Lo único que cambia son las zapatillas que pasan de las habituales a las de lluvia, solo diferentes por el color, la dureza de la suela y su impermeabilidad, y ese chubasquero/capa/poncho, muy práctico porque no te mojas pero tiene el inconveniente de que no te deja transpirar demasiado, de manera que cuando terminas el día, acabas sudado como un tocino y se necesita una ducha para quitarte el sudor y no agarrar algún resfriado. Si vas con esta prenda te recomendamos que sea uno que cubra también la mochila, si no tendrás que llevar el correspondiente chubasquero de mochila, ¿no querrás llegar al final de la etapa con toda la ropa mojada?, y al final es una prenda más a contar.

                         

Sahagún nos sorprende gratamente, es un pueblo interesante, artística y culturalmente hablando. Llevábamos programada una visita al museo de la Semana Santa que mantiene la Cofradía de Jesús Nazareno, pero no nos fue posible por encontrarse cerrado, a pesar de que gracias a la oficina de información y turismo que estaba donde el albergue de peregrinos (buen albergue y grande por cierto) dimos con el responsable del mismo, este se encontraba fuera de la localidad y no pudo atendernos, pensábamos perdido el plan A, pero al irnos de allí entramos por casualidad en otra iglesia, creemos recordar la de San Tirso y para nuestra sorpresa vimos allí el resto de los pasos de Semana Santa.
El pueblo merece una visita detallada, más de lo que dicen las guías.





lunes, 18 de diciembre de 2017

Decimoquinta etapa: Fromista-Carrión de los Condes

FROMISTA- CARRION DE LOS CONDES

 Como si se hubiese trazado con tiralíneas, esta es una etapa sin la más mínima complicación, discurre en línea recta desde Frómista hasta Carrión, atravesando los pequeños pueblos que encuentra en el camino, 20 kilómetros por una senda especialmente hecha para los peregrinos y paralela a la carretera para evitar los riesgos de la circulación, separan a ambas poblaciones.
Un monumento dedicado al peregrino marca el comienzo de la etapa, la llanura y la monotonía de un nada reconfortante andadero que circula en paralelo a la carretera, sólo rota por el paso fugaz de coches y 'bicigrinos', mojones jacobeos de piedra, alineados matemáticamente de dos en dos; señalizado a cada cierta distancia con una concha, unas veces tallada, otras veces incrustada en forma de azulejo, y la planicie sembrada que parece no tener fin son los únicos elementos de distracción en todo el tramo.
Empezamos en serio la Tierra de Campos, la llanura interminable que llegara hasta León. Si en otras etapas el esfuerzo hay que ponerlo en subir o bajar aquí hay que concentrase en vencer la monotonía de una llegada siempre demasiado lejana y que cuando parece que ya estas se diluye. Creemos que son las primeras etapas sin prácticamente sombra. Nunca madrugar es tan importante como en estas etapas…

Recalcar en esta etapa antes de llegar a Carrión, Villalcázar de Sirga con Santa María la Blanca, iglesia - fortaleza atribuida a los Templarios, y que nos fue imposible visitar, llevábamos ganas para verla porque en todas las guías la ponen como un importante y artístico monumento, pero desgraciadamente como algunas otras en el camino estaba cerrada al público salvo horarios religiosos. Realmente no se entra en la localidad, se cruza por un lateral, pero merece la pena entrar aunque esté cerrada la iglesia por su imponente fachada, además hay un bar enfrente para aliviar las penas porque hasta aquí prácticamente no encuentras nada de hostelería por la pequeñez de las localidades y porque es una etapa que no invitan a parar y descansar. Así que nos sentamos junto a Pablo Payo, 'Pablo el Mesonero Mayor”.

No hay sorpresas hasta Carrión de los Condes, final de etapa. Localidad con todo tipo de albergues, restaurantes, hoteles, tiendas de todo tipo e iglesias.

Carrión, hasta 12 iglesias y doce hospitales tuvo, Entre ellas la  iglesia de Santa María del Camino soberbio pórtico representado el tributo de las cien doncellas y en donde al caer la tarde se celebra la misa del Peregrino, que una vez más nos dejó un inolvidable recuerdo con la iglesia a rebosar de peregrinos de decenas de países, con la colaboración de una comunidad de monjas jovencísimas que participaban de la misa y con la invitación del sacerdote al acabar a participar en la bendición del Peregrino y a cantar la Salve ante la imagen de la Virgen, como recuerdo a los peregrinos nos entregaban al acabar unas estrellitas hechas por la monjas (que evidentemente guardamos), sin grandes pretensiones, para  que nos guiasen en el camino, ¡momentos emocionantes e inolvidables!.