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domingo, 17 de junio de 2018

La mochila


Como cada cierto número de etapas metemos una entrada relacionada con diferentes aspectos que pueden interesar al peregrino que vaya a hacer al Camino. Hoy vamos a hablar un poco de una de las protagonistas en el Camino, la mochila, y de lo que llevamos en ella.
Porque no hay que llevar un armario a la espalda, pero tampoco una bolsita de deporte.
Si vas a hacer el camino hay que ser consecuente e ir preparado en condiciones. Es evidente que dependerá de invierno o verano, esto fundamental. De si vas a hacer una semana, un fin de semana o el camino de tirada, aunque en este último caso no te vas a llevar mucho más, que si te vas para una semana.
Nosotros hemos hecho el camino siempre a finales de mayo o principio de junio, por ello y como todo en este blog hablamos bajo la perspectiva de nuestra experiencia, que a unos puede ayudar, a otros orientar y a otros puede que no les sirva para nada.
Hoy, por si alguien lee este blog y le puede servir de experiencia, hablamos de la mochila porque en ella va a ir tu armario y tu casa durante el tiempo que dure el camino, ¡vamos! como los caracoles, con la casa a cuestas.

LA MOCHILA
Sabemos que el peso de la mochila es importante, pero no hay que obsesionarse, ya que si lo haces optarás por llevarte cosas innecesarias que no pesan en lugar de llevarte lo imprescindible. Todo por no cargar mucho la mochila.
Hay que comprar una buena mochila que reparta bien el peso. Porque no es lo mismo cargar con 5 kilos en una mochila pequeña, que hacerlo en una más grande.
Cuando nosotros empezamos la aventura nos dejamos orientar y nos hablaron de una mochila entre 35 y 45 litros para primavera y verano.
Si la coges más grande, más pesara y sin darte cuenta más la llenaras, también leímos que no debe de superar un 10% del peso de quien la lleve.
Nosotros hemos llevado una de 35 y una de 45, por nuestras diferentes envergaduras que ha hecho que la ropa/calzado sea más pequeña una que otra (tallas XS y tallas XL). Siempre y cuando seas de los que vas con lo justo, sin pasarte ni por mucho ni por poco.


A la hora de mirar mochila sobre todo; hombreras acolchadas, refuerzo lumbar, correas ajustables para la cintura y el pecho y sistema que permita su regulación según la altura de cada uno.
La funda impermeable no es imprescindible si llevas capa o poncho para que puedas cubrirla en los días de lluvia.
Fíjate en que tenga compartimentos separados, bolsillo superior y bolsillos laterales te vendrán muy bien durante la etapas, y si el modelo elegido tiene, también compartimento inferior (viene muy bien para el calzado).

LA ROPA
La cuestión clave, ¿Qué llevar?, es importante asegurarnos porque cuando empecemos a andar ya no hay vuelta atrás para corregir o rectificar, y el tiempo a lo largo de una semana puede cambiar sustancialmente, por ello la primera pregunta ¿En qué época vas a ir?, hay quien dice que no hay que llevar ropa de abrigo, discrepamos. Puede ser que mientras andes no la necesites, pero no estés tan seguro, a no ser que vayas en pleno verano vas a pasar los pirineos (media montaña) ciudades normalmente frías (Pamplona, Burgos, León,), el páramo leones, la sierra de Logroño, las montaña de león y las de Galicia… Una cosa es llevar un plumas y un forro polar y otra cosa es llevar una prenda intermedia que te pueda hacer de abrigo y de chubasquero, de esas de dos piezas que se pueden desmontar, la parte interior con un polar fino que a la vez te puede hacer de jersey para pasear en las tardes frías o si madrugas al empezar las etapas. En la entrada del Cebreiro de este blog puedes ver fotos del mismo sitio en las mismas fechas con unas condiciones climatológicas completamente diferentes 
A nivel de ropa nosotros hemos llevado: 
  • Cuatro camisetas (la que llevas, la que te pones al llegar y te quitas la sudada, y dos más por si acaso al lavar no se te seca, o no puedes lavar, u otras circunstancias) 
  • Una sudadera y una camisa de paño, será suficiente para las mañana frescas, o para pasear por la tarde.
  • Dos pantalones, de esos que se pueden quedar cortos, a ser posible con cremalleras en los bolsillos para que no se te pierda nada.
  • Tres o cuatro mudas, cómodas, e igual de calcetines por el mismo argumento que las camisetas. Lo ideal es que no tengan costuras y que sean normales, ideal para hacer deporte. Piensa que en camisetas y mudas, al menos necesitas dos por día. 
  • Chubasquero/poncho/capa. Imprescindible. Además, no ocupa nada en la mochila, pero lo necesitarás si empieza a llover fuerte. 
A pesar de ir en una época relativamente buena climatológicamente hablando, en más de la mitad del recorrido hemos necesitado la sudadera y la camisa o forro polar en las etapas. No hay más que ver las fotos que vamos publicando en este blog.

EL CALZADO
Al menos un par de zapatillas, las que va a llevar habitualmente y las de lluvia, solo diferentes por el color, la dureza de la suela y su impermeabilidad. Que nos imaginamos no serás tan novato de estrenarlas el primer día de camino.
Y una chancletas para después de las etapas airear el píe y relajarlo.
Botas no hacen falta, unas zapatillas para andar, de senderismo y con un piso un poco alto y transpirables, para que el pie respire es suficiente. Es importante que el pie respire durante la etapa del camino. Una anotación, puedes perder alguna uña de los pies, a nosotros nos pasó.

¿Y YA ESTÁ?... ¡PUES NO!
Entonces, ¿qué más?
Pues la bolsa de aseo y un mínimo botiquín, en este caso cada uno debe de saber lo que debe de poner, la verdad como ya hemos comentado en otras entradas que a lo largo del camino encontrarás de todo, pero algo siempre hay que llevar.
Alguna gasa, esparadrapo de seda, betadine, tiritas, crema de protección para el sol. Aguja e hilo, aspirinas. Hay quien añade vaselina.
Aunque el aseo es bastante personal, es fundamental que te lleves lo más importante como el cepillo y la pasta de dientes, un bote de gel para el cuerpo y cabello, desodorante, peine, una pastilla pequeña de jabón Lagarto (para la ropa) y una cuchilla de afeitar desechable, si te afeitas. Toalla pequeña también.(todo esto del aseo es susceptible de llevar en función de donde te alojes)
Una navaja buena multiusos te permite eliminar las pinzas y las tijeras. Es conveniente pensar en crema de protección solar, el sol nos va a dar de plano durante las etapas.

¿Y YA TENEMOS TODO?, ¡PUES NO!

¿Y qué tal un gorro, sombrero o pañuelo para la cabeza o similar?, y una bolsa para la ropa sucia ¿Vas a llevar saco de dormir y esterilla si prevés dormir en el suelo?

¿AHORA YA SI, NO?-…¡PUES NO! 
Casi casi, ¿guía? ¿Libreta para apuntar?¿Carnet del peregrino?¿concha o vieira?¿Documentación (tarjetas, D.N.I., Seguridad social…)? ¿móvil?.
De la comida ya hemos hablado en otra entrada, no obstante siempre llevaremos algo en la mochila porque en alguna ocasión nos hemos encontrado cerrado el lugar donde pensábamos avituallarnos durante la etapa (una pieza de fruta, unos frutos secos, unas galletitas, algún caramelo…) 
Ahora sí, ya tenemos la mochila…¿Y los bastones? No todas las etapas, son iguales. Hay algunas etapas con bajadas muy empinadas, llenas de piedras, grava, barro… no siempre es cómodo ir sin un apoyo extra, como podría ser un bastón, puede ser un punto de apoyo, te permite sujetarte en bajadas o subidas pronunciadas y de defensa ante animales que aparezcan inesperadamente. Según las mochilas llevan correas para colocarlos en el exterior, hoy en día son muy ligeros y cuando están plegados ocupan poco, la mayoría tienen un sistema de pliegue telescópico.


UN BUEN COMPLEMENTO
Y para acabar un buen complemento, una “mariconera” a la cintura puede ser muy útil para cuando dejas la mochila aparcada y no la vigilas, y así no abandonar lo esencial; documentación, dinero, móvil, navaja, el carnet para ir sellando, …Hoy en día hay mochilas que llevan ese complemento y es fácil de quitar y poner.
¡Pues, hala, ya está! carretera y manta.


Y así la hemos llevado nosotros, solo pretendemos como decimos en alguna otra entrada contar nuestra experiencia, si a alguien le sirve pues nos alegraremos, y si no cada uno tendrá su propia experiencia que contar, recordar o revivir. Como decimos por nuestra tierra, ¡Con tu pan te lo comas!, que es como decir, tú veras lo que haces.



COSAS QUE NO NOS GUSTAN
Hemos visto con sorpresa peregrinos que salían al principio de una etapa sin prácticamente nada de carga, nos adelantaban por el camino y al llegar iban completamente cambiados de ropa, observando con detenimiento vimos en los hospedajes mochilas y maletas que eran recogidas por empresas de transporte y que trasladaban los equipajes de los peregrinos hasta el siguiente punto de pernoctación.

Nada que objetar con estas empresas, estamos en un mercado libre y son muy libres de ofrecer estos servicios, pero a nuestro modo de ver, el camino así queda desvirtuado, entendemos casos especiales como hemos visto en sillas de ruedas, con minusvalías u otros problemas, pero para el peregrino “puro”, sea cual sea su motivación, la mochila según nuestro criterio debe ser parte del viaje. El camino es el camino, no una excursión de trekking.



domingo, 3 de junio de 2018

Vigésimo quinta etapa: Ponferrada-Villafranca del Bierzo


Laaarga, laaarga, laaarga es la avenida de salida de la población, La Avenida de Galicia, ¡6 kilómetros! hasta que se divisan las vides de Camponaraya, aquí el Camino vuelve a abrazar el campo.
Hemos preferido coger la línea recta hasta Camponaraya en vez de realizar el rodeo que marca el actual camino (nos hemos quitado aproximadamente 2 kilómetros) pero la mitad ya, localidades que se pueden considerar barrio periféricos de Ponferrada, que no camino, y que viene en casi todas las guías, lo que recortamos por un lado de ciudad, lo alargaremos hacia el final de la etapa de auténtico camino.
Etapa bastante cómoda sin ningún tipo de complicación a través de campos y campos de viñedos y tranquilas localidades repletas de servicios. El único inconveniente es la casi total ausencia de sombra, la mayor parte del recorrido es a pleno sol, en pleno verano habrá que madrugar mucho.

    

 Una exigente subida, la única pega de esta etapa, nos acerca a Pieros, se retoma la nacional y en el momento exacto que se corona el alto se llega a un cruce con flechas amarillas en el suelo que indican a la derecha, hacia Valtuille. Este desvío a Valtuille es una variante que según dicen gana adeptos con el paso de los años. Presenta más desniveles y es unos dos kilómetros más larga que el original, pero muchos peregrinos la prefieren para abandonar la carretera cuanto antes. Así lo hicimos nosotros, lo que cortamos al salir, lo alargamos por aquí, se da un pequeño rodeo pero merece la pena, campos y campos por pistas de asfalto y tierra, árboles frutales y vides por todos los lados, es de suponer que si se sigue esta tónica el pueblo saldrá beneficiado porque ahora deja un poco que desear en cuanto a servicios.
A la salida de Pieros nos quisieron tomar por pardillos, pequeña estafa para uno, pero que a lo largo del día si les salía bien,….pues eso, los jubilatas sentados a la vera de la carretera te avisaban y la guardia civil pasaba de vez en cuando. La estafa en cuestión era firmar solicitando algo que ni siquiera recordamos, la petición la realizaban mujeres extranjeras, a cambio te piden un pequeño donativo. 

Se llega a Villafranca pasando junto a la puerta del Perdón de la Iglesia de Santiago, donde el suelo vuelve a ser durante un buen tramo de canto redondo, lo que al ser final de etapa se lleva peor por los pies, al frente al finalizar este tramo, el castillo de la localidad y cuando crees que has llegado a la derecha una empinada cuesta, esto para rematar las piernas, que nos deja en el centro de Villafranca.
En la puerta del Perdón el peregrino que por enfermedad no podía seguir, podía conseguir el jubileo atravesando la famosa puerta, privilegio que fue otorgado por el Papa Calixto III en el Siglo XV. Creemos, pero no estamos seguros de ello que en los Años Santos Compostelanos actuales, en caso de que algún peregrino no pueda continuar hasta la Catedral de Santiago por enfermedad o accidente y haber recorrido la distancia necesaria, haberse confesado, asistido a la Eucaristía y haber rezado por las intenciones de la Iglesia (igual que en la Catedral de Santiago), se le abre la Puerta del Perdón para que gane las Gracias Jubilares. Siendo esta la única puerta de todo el Camino de Santiago junto con la de la Catedral en la que se pueden ganar las Gracias Jubilares.
 Localidad que parece haber perdido algo de importancia frente a Astorga y Ponferrada pero que dada su situación envidiable entre los montes de León y los de Galicia goza de un gran ambiente y de todo tipo de establecimientos.
Alfonso VII, Fernando II y Doña Urraca su mujer, Isabel II y Alfonso XII pasaron por aquí, entre su importante patrimonio el Castillo del XVI de los Marqueses de Villafranca, el palacio de la Marquesa de Campomanes y la Colegiata de Santa María.









              Villafranca da paso a Galicia, ¡ahí que estamos ya!.