Hoy es uno de los días más esperado,
el día de la etapa reina, seguramente de las más recordadas a la vuelta de la
peregrinación. En ella se abandona León y Castilla para entrar en Galicia, en
concreto por la parroquia de O Cebreiro: antigua aldea de pallozas hoy
restaurada en aras del turismo. Nosotros
la hemos tenido que dejar muy corta porque finalizada la misma tenemos que
volver a casa y hay que tener en cuenta las combinaciones de taxi, autobús y
tren y no nos podemos despistar, por eso y para saborearla en profundidad hemos
querido recortar kilómetros, ayer dormimos al comienzo de Las Herrerías, el
camino cruza el alargado y tranquilo pueblo por la calle Camino de Santiago.
El ascenso para nosotros, que no para los que
vengan de Villafranca no se hace esperar, nada más pasar el barrio del Hospital
se inicia el famoso y temido ascenso, junto
al antiguo trazado de la carretera, por
pista asfaltada arrancan las primeras rampas de importante desnivel, que
discurren sobre el asfalto, el repecho se mantiene constante durante casi un
kilómetro hasta que se llega a un cruce que invita con un mojón a abandonar la
carretera y penetrar en una senda aunque se deja enseguida para cruzar el rio y comenzar ahora en serio el ascenso, la
senda se interna por parajes naturales impresionantes en los que se combinan la
alta montaña, los prados ganaderos, los pueblecitos de piedra y los imponentes
bosques que anticipan la cercanía de Galicia. Una verdadera belleza. Desde
Herrerías a la Faba encontramos las pendientes más fuertes, son unos 4
kilómetros pero hay que tomárselo con muuuuucha calma. El camino no es bonito,
es impresionante e increíblemente bonito, realmente, es más un camino de cabras,
con piedras grandes y redondeadas, con abundante vegetación, ¡una pasada!.
Unos metros más arriba aparece el primer mojón jacobeo con señalización de distancias. Es el 152.
Unos metros más arriba aparece el primer mojón jacobeo con señalización de distancias. Es el 152.
Y otros
cuantos de cientos de metros más el Camino se despide de León, la provincia con
más kilómetros de recorrido del Camino Francés: nada menos que 214.4 ¡Por fin
pisamos Galicia!.
Con unos fuertes desniveles quizás
los más duros de la etapa el escenario
nos acerca hasta La Faba, tras La Faba abandonamos progresivamente la
sombra y los fuertes desniveles para
salir a un terreno abierto de pastizales con vistas a los bosques atlánticos,
la pendiente resulta más suave, el paisaje cambia por monte bajo y prados
abiertos y el arbolado empieza a escasear Las amplias panorámicas influyen en
la percepción de la pendiente, que se torna ligeramente más suave hasta alcanzar el último pueblo de
León en el Camino de Santiago Francés, Laguna de Castilla.
Los últimos 1.500 metros nos
acercan hasta la iglesia prerrománica de Santa María la Real, que da la
bienvenida a O Cebreiro.
El recuerdo permanecerá indeleble
al paso del tiempo, gracias a la bellísima, apasionante y temida subida a O
Cebreiro, el mayor ascenso del Camino Francés en territorio español. La subida
transcurre, en buena parte, por “corredoiras”, con un desnivel de 660
metros a lo largo de 12 kilómetros, aunque el tramo con más pendiente es el de
Las Herrerías a Laguna de Castilla, con 480 metros de desnivel en 5,7
kilómetros. Por otra parte, la aldea de O Cebreiro, ya en Galicia, es una
pequeña joya, por su emplazamiento.
Etapa como hemos dicho muy corta
para nosotros 9 kilómetros, pero que nos lleva más de 3 horas de caminata, en
parte por el propio esfuerzo del camino y por las paradas para disfrutar del
día y del paisaje.
Para aquellos que lean este blog
y que hagan la etapa desde Villafranca que tengan en cuenta la extrema dureza
de los 8 últimos kilómetros, y más al final de la etapa.