Hoy es uno de los días más esperado,
el día de la etapa reina, seguramente de las más recordadas a la vuelta de la
peregrinación. En ella se abandona León y Castilla para entrar en Galicia, en
concreto por la parroquia de O Cebreiro: antigua aldea de pallozas hoy
restaurada en aras del turismo. Nosotros
la hemos tenido que dejar muy corta porque finalizada la misma tenemos que
volver a casa y hay que tener en cuenta las combinaciones de taxi, autobús y
tren y no nos podemos despistar, por eso y para saborearla en profundidad hemos
querido recortar kilómetros, ayer dormimos al comienzo de Las Herrerías, el
camino cruza el alargado y tranquilo pueblo por la calle Camino de Santiago.


Unos metros más arriba aparece el primer mojón jacobeo con señalización de distancias. Es el 152.
Y otros
cuantos de cientos de metros más el Camino se despide de León, la provincia con
más kilómetros de recorrido del Camino Francés: nada menos que 214.4 ¡Por fin
pisamos Galicia!.



El recuerdo permanecerá indeleble
al paso del tiempo, gracias a la bellísima, apasionante y temida subida a O
Cebreiro, el mayor ascenso del Camino Francés en territorio español. La subida
transcurre, en buena parte, por “corredoiras”, con un desnivel de 660
metros a lo largo de 12 kilómetros, aunque el tramo con más pendiente es el de
Las Herrerías a Laguna de Castilla, con 480 metros de desnivel en 5,7
kilómetros. Por otra parte, la aldea de O Cebreiro, ya en Galicia, es una
pequeña joya, por su emplazamiento.
Etapa como hemos dicho muy corta
para nosotros 9 kilómetros, pero que nos lleva más de 3 horas de caminata, en
parte por el propio esfuerzo del camino y por las paradas para disfrutar del
día y del paisaje.
Para aquellos que lean este blog
y que hagan la etapa desde Villafranca que tengan en cuenta la extrema dureza
de los 8 últimos kilómetros, y más al final de la etapa.