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domingo, 8 de abril de 2018

Vigésima segunda etapa: Astorga- Rabanal del Camino


Tras Astorga dicen que se acaba el páramo Leones, pero aún nos quedan unos pocos kilómetros llanos, aunque es cierto que al fondo ya se divisa un cambio en el horizonte, los montes de León. A partir de unos cinco kilómetros la etapa ya es un subir permanente progresivo, muy suave eso sí al principio, pero anticipo de lo que viene, el ascenso al final de la etapa se hace algo más duro y prolongado y al llegar a Rabanal, la calle Real en fuerte subida, te llevas la sorpresa de que el pueblo está totalmente en cuesta, ¡pero …cuesta!, al que hay que atravesar en su totalidad por la calle, lo que en otras entradas como Puente la Reina o Castrojeriz le llaman “sirga”. Al parecer esta calle en vez de llamarse Mayor como en todas las localidades que atravesamos tiene el nombre de real porque en ella se hospedó Felipe II cuando hizo el camino, en la casa de las cuatro esquinas. A partir de aquí, cambia la toponimia de las calles, casi todas las que atravesemos serán calles reales en vez de calle mayor, suponemos que por el hecho ya comentado.

Es en esta etapa y luego en las siguientes, donde de una manera bastante clara y donde se adivina el carácter de revitalización que ha tenido y tiene el camino, pueblos condenados a desaparecer y que sin embargo se mantienen vivos gracias a los peregrinos que van a Santiago, empiezan a proliferar los albergues en cortas distancias, desde Astorga a Foncebadon al menos hay veinte, y por ende negocios relacionados con ellos y con el camino, en un territorio casi condenado al abandono, el camino ha sido generoso.


Rabanal, otro municipio que vive volcada en los peregrinos, se le ve completamente restaurado y bien conservado, y además es una localidad muy foto génica.





Allí al atardecer, en la Iglesia de la Asunción regida por los Benedictinos, rezamos el oficio de vísperas con una iglesia abarrotada de peregrinos sin prácticamente huecos para estar a pesar de que no es precisamente muy pequeña, la pregunta era ¿de dónde han salido todo estos?, estaba claro que todos éramos peregrinos alojados en los diferentes establecimientos de la localidad. 

Una vez cenados y muy bien cenados en el lugar donde nos hospedamos, y hecha una revisión de la jornada de mañana y de lo que nos depara, pronta retirada a la cama porque la etapa de mañana se anuncia dura, tenemos la subida a la Cruz de Hierro y al Acebo, veremos que nos depara el día.



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