Final de etapa de un año y comienzo del siguiente, Hacemos un alto en la explicación del desarrollo de las etapas para explayarnos con este magnífico lugar que tiene algo de especial.
El Camino de Santiago atrajo numerosos peregrinos hasta mediados del siglo XVI, pero ya en el XVII, la gente comenzó a olvidar al Apóstol y el número de devotos que llegaban a Compostela comenzó a disminuir de forma alarmante, y así continuó los siglos posteriores. Este retroceso tan fuerte de la peregrinación provocó además que los caminos se fueran abandonando por falta de uso.
Esta tendencia cambió a finales de los años 50 del siglo pasado gracias entre otros al Padre Elías Valiña, sacerdote de la parroquia lucense de Cebreiro, que impulsó la restauración del Hospital y Santuario de Santa María del Cebreiro, y renovó la tradicional acogida al peregrino.
Más tarde en los años 70, el Padre Valiña, comenzó a señalizar el Camino de Santiago, y tramo a tramo, fue marcando con flechas amarillas la ruta desde los Pirineos hasta Santiago, después de esta ardua labor, publicó la primera guía sobre el Camino, en los años 80. Lo curioso es que el color no fue una elección meditada, simplemente es que se la regalaron unos camineros que estaban pintando las líneas de las carreteras de la zona, pintura que por aquel entonces era de color amarillo.
Para la historia queda una famosa anécdota protagonizada por el párroco en los Pirineos; tras pararlo la Guardia Civil mientras se hallaba con un bote de pintura amarilla en la mano dibujando llamativas flechas, le preguntaron que qué estaba haciendo en ese paso fronterizo. «Preparando una gran invasión desde Francia», fue la respuesta, aunque tras llevarlo al cuartel se aclaró todo. La convicción personal del visionario párroco y la inversión realizada por él a base de kilos de pintura, guiaron hasta Santiago a miles de peregrinos, en una nueva y redescubierta peregrinación.
Cuando Valiña comenzó a promover la vía milenaria, el llamado Camino Francés se hallaba en algunos puntos intransitable. Por ello, se decidió a delimitar los tramos originales de la ruta jacobea, tras convencer a alcaldes y a otros párrocos y atraer a la causa a las distintas asociaciones de amigos del Camino de Santiago, los implicó en la tarea de marcar el itinerario.
Elías Valiña falleció en 1989 de forma prematura, a los 60 años de edad. Su sepultura se puede visitar en la basílica de Santa María la Real de O Cebreiro. Fuera del templo una estatua también rinde homenaje a este hombre que dejó impronta entre los diversos promotores del Camino de Santiago.

Según datos de su ayuntamiento solo hay 18 residentes, pero aparecen en temporada alta casi mil personas cada día, lo que ha supuesto un revulsivo económico para la zona en donde encuentran trabajo muchas personas de los alrededores.

Cada casa de O Cebreiro es una hospedería, en donde el visitante puede comer y dormir, a nuestro entender quizás esa fama y esa cantidad de personas desvirtué un poco el lugar, vimos llegar a varios autobuses hasta allí, para hacerse la foto comprar y marcharse y quizás también por ello es una zona relativamente cara en comparación con el resto del camino. De igual manera esto influye en el trato al peregrino que es más, mucho más comercial que en el resto del camino y menos personal.

UN APUNTE SOBRE EL TIEMPO
En varias entradas en este blog hemos hablado de la climatología, traemos en esta entrada dos fotos muy aclaratorias del tema.
Las fotos están tomada EN EL MISMO SITIO con un año de diferencia, principios de junio, como se puede apreciar la climatología es completamente diferente. De ahí la importancia de la ropa como ya hemos comentado varias veces en este blog.