Aunque la mayoría de las guías y
recomendaciones indica acabar la etapa en Santo Domingo, nosotros en este caso
y dado el poco desnivel de la etapa que hay hemos, decidido seguir casi 7 km más paralelos casi todo el rato a la
carretera nacional y llegar hasta Grañón, fundamentalmente porque en Santo
Domingo de la Calzada donde “Canto la gallina después de asada” hemos estado en
varias ocasiones y nos conocemos muy bien sus calles su catedral (único templo
religioso que alberga en su interior animales vivos, gallo y gallina) e
inclusive su museo catedralicio. Localidad de gran belleza que conserva el
estilo de las antiguas aldeas del centro de España y que atraviesas enteramente
a lo largo de la calle doce de mayo y su calle mayor.
En esta localidad en sus fiestas se celebra la procesión de las Doncellas, las jóvenes portan sobre unas cestas en sus cabezas el denominado Pan del Santo, 'mollete'. El mismo simboliza la labor de caridad y de atención a los hambrientos que realizó Santo Domingo de la Calzada. También la Procesión de la Rueda, que tiene sus orígenes en una ofrenda que se realizaba al Santo por su obra y milagros por parte de los vecinos y del Ayuntamiento. Con el tiempo la ofrenda pasó a representarse mediante una rueda de carro adornada con dieciséis hachas de cera, con dulces y barquillos.Tras bailar la rueda en la puerta de la Catedral, la misma se deposita en su interior.
Los asistentes, cantan el tradicional villancico 'Resuene'. Posteriormente la Cofradía del Santo reparte cebolla, pan y vino, rememorando la labor del Santo, eso sí, el vino lo pagas, aunque te dan una jarrita de barro cocido de recuerdo.
En cuanto al paisaje, los campos de cereal van arañando progresivamente el terreno a la vid, señal de que Castilla está cerca, aunque hasta la próxima etapa no daremos el adiós definitivo a La Rioja para penetrar en Castilla-León por la provincia de Burgos.
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