GRAÑON- BELORADO
Etapa relativamente corta porque no queremos salirnos de la programación que nos hemos hecho desde casa, máxime cuando en el tema de alojamientos los llevamos contratados desde hace más de dos meses, y aun así en algunos lugares nos las vimos y nos la deseamos, además el saltarte una población puede hacer que la etapa pase de sencilla o normal a complicada y agotadora, por eso programación, programación y programación. Cada uno debe de ser consciente de lo que puede hacer.
A la salida de Grañón nos reencontramos de nuevo con las pistas de concentración parcelaria que surcan el cereal, un poco más adelante, un panel informativo da la bienvenida a Castilla y León, Comunidad que nos acompañará durante las próximas dos semanas, debemos irnos acostumbrado a etapas que parecerán que nunca acaban por los dilatados paisajes castellanos aunque estas definitivamente tardaran un par de días en llegar. Ya estamos en la provincia de Burgos y, antes de poner pie en Galicia, aún atravesaremos Palencia y León.
La etapa discurre por pista paralela al eje de la Nacional prácticamente todo el recorrido.
Etapa corta y desnivel muy moderado, la única dificultad es que el día anterior había llovido por la zona y las pistas estaban blandas hundiéndose las zapatillas y llenándose de un barro pegajoso naranja propio de la tierras que te hace andar pesadamente.
El final de etapa es Belorado, situado a la sombra de un picacho y las ruinas de un mítico castillo, un pueblo muy agradable con una bonita plaza y en donde sin salirnos del precio del menú del peregrino, tuvimos una estupenda cena en un mesón de la plaza.
Al componente masculino de la pareja le chifla la sopa castellana y allí cayó la primera.
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