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jueves, 6 de julio de 2017

Segunda etapa: Zubiri a Pamplona












ZUBIRI- PAMPLONA
Quedaría bonito decir que las primeras luces del alba nos despiertan, pero no, cansados como estamos es la alarma del móvil la que nos saca de nuestros sueños.
Y empieza la rutina que seguiremos todos los días o casi todos, un buen desayuno para coger fuerzas. Y ya que estamos, seguimos hablando de comida, diremos que somos más bien partidarios de no parar a comer en mitad de una etapa, una parada eso si, ya programada si es posible de la noche anterior y allí, bien un café o un refresco con una fruta o un pincho, un cigarro y a continuar. Sí que veremos que hay peregrinos que se paran a comer, pero a nosotros personalmente no nos gusta y mayoritariamente tampoco hemos visto que se haga. A veces según la etapa y horario que vamos viendo lo que hemos encargado en esa parada es un bocadillo para nada más acabar la etapa, o si  hemos acabado a buena hora, entonces sí que aprovechar para comer, ya hablaremos en alguna otra entrada de la hostelería del camino.
Lo que si hemos hecho es cenar casi todos los días con el “menú del peregrino”, (alguna vez nos hemos permitido alguna licencia) el típico menú del día de los restaurantes del Camino, más abundante creemos que el denominado por el resto de España menú del día, en cualquier caso su relación calidad/precio es excelente en todos los lugares donde lo hemos pedido.
Y ya, hablemos un poco de esta etapa, segunda del camino, mucho más suave que la anterior prácticamente toda de bajada o llana, solamente tiene una dificultad a la altura de Arleta una buena cuesta que se supera sin más y antes una pronunciada bajada en Akerreta para bajar al nivel del rio pero sin nada que parecerse a las de la primera etapa. El paisaje, totalmente verde, con bastantes prados, caseríos, caballos, cabras, senderos por bosques junto al rio y pasando varios puentes que la hacen muy agradable.; ambiente totalmente rural. En el juego de la oca hay unas casilla que dicen “de puente a puente y tiro porque se me lleva la corriente”…, Pues eso, salimos atravesando el bonito puente de Zubiri y llegamos tras pasar varios, llegamos al puente de la Magdalena a la entrada de Pamplona, en total habremos pasado cuatro puentes.


El camino como tal para nosotros propiamente dicho acaba cruzando el puente del río Arga y la ermita de la Trinidad de Arre, en un bello entorno junto al rio. A partir de aquí todo es civilización, esta parte final ya es más pesada porque nos movemos por dos grandes núcleos antes de entrar en Pamplona, Villaba y sin solución de continuidad, Burlada que empalma con la bonita entrada a Pamplona a través del Puente de la Magdalena.
Alojamiento, ducha, un pequeño descanso y a recorrer los lugares típicos del encierro y luego naturalmente aquí no cenamos el menú, nos vamos de pinchos por Estafeta y por San Nicolás, sería un pecado perdernos los pinchos de esta tierra.




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