Comenzamos la tercera etapa con algo que no nos va a gustar en todo el camino y es la salida de las grandes urbes que nos encontraremos a lo largo del mismo, bueno las salidas y las entradas; polígonos industriales, calles urbanas, barrios sin personalidad, tanto es así que en alguna ocasión nos hemos permitido un pequeño pecadillo, y es coger la línea urbana de autobús que más se aleja del centro de la ciudad en dirección al camino hasta la última parada, vamos como en TOYS, ¡hasta el infinito y más allá!.
Empezamos esta etapa con la mente puesta en el principal
obstáculo que nos encontraremos, el Alto del Perdón, pero como dice el
refranero español ” no es tan fiero el león como lo pintan” o aquel otro de “el
primero que pega, pega dos veces”. A lo largo del camino nos vamos a encontrar
con más de media docena de altos mucho más fatigosos que este, Las rampas, son de una inclinación
moderada y muy constantes, pero muy fáciles de subir, sin grandes sobresaltos
ni discontinuidades, quizás este lleve la fama debido fundamentalmente a que es
el primer alto importante del camino. Quizás haya que tener más cuidado en su
bajada por lo pedregoso del camino, hay que cuidar no des un traspiés y eches
por tierra continuar en el camino, pero nada más.
Y al llegar arriba nos encontramos el monumento “Caravana de
Peregrinos”. Mas adelante dedicaremos una entrada a los monumentos del camino,
hoy solo comentamos este porque nos viene al paso, de aquí a Puente la Reina
todo cuesta abajo.
Puente la Reina puede que sea una de las localidades de más
fama del Camino y también de las que más historia guarda, como dijimos en la
presentación de este blog hay suficientes datos en INTERNET para saber más de
ella.
Al llegar a Puente la Reina se debe de pasar bajo el arco donde
se ubica la Iglesia del Crucifijo. Según como te hayas planteado este camino
será imprescindible la visita a esta iglesia para contemplar y meditar unos
momentos ante el crucifijo que en forma de Y que preside en la penumbra la
iglesia desde hace siglos.
Al final de la calle,
el monumental puente románico sobre el Arga que da nombre a
esta localidad. También de los más famosos del camino, aunque ya hemos pasado
alguno como el de la Magdalena de Pamplona o como otros que pasaremos como el
de Hospital de Orbigo que no le van a la zaga y otros que vendrán. Es desde
Roncesvalles la primera etapa que nos envuelve en el ambiente que debieron
vivir lo primeros peregrinos, una gran, larga y rectilínea calle que hay que
atravesar en su totalidad para continuar el camino, del que seguiremos hablando
en próximas entradas.
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